Dormir es más que desconectar de las tareas que nos ocupan durante el día. Es entregarse a la inteligencia cósmica con la buena guía de nuestro yo superior.
El sentido de la vida se pasea por los sueños más elevados, los sueños arquetípicos dando una nueva dimensión al aparente acontecer de la rutina cada día.
Los sueños son el alimento del alma, el jardín donde pueden encontrarse los llamados espíritus de las plantas y las civilizaciones y sus tiempos, según la leyenda. Los sueños construyen el camino de inspiración que se eleva a los estados de Ser y compartir nuevas realidades hechas de ideales.